¡Hola Mamarracha!
Estoy bastante, bastante emocionada, contenta y feliz de haber vuelto por aquí.
Han sido meses bastante movidos en lo que concierne a lo personal, pero no quiero centrarme en eso, solo comentarte que a veces, cuando las circunstancias te superan, es bueno, es sano, y es recomendable priorizar, y saber decir que “no”.
A mí me ha sentado muy bien, y creo que por eso estoy de nuevo por aquí, porque me apetece escribir un rato sobre algo que me apasiona.
¿Y por dónde empezamos?
Pues, vamos a ver, ¡por lo más fácil!
¡Que el disco de Kylie está cada vez más cerca!
Cuando sacó “Padam Padam” yo pensaba, “menudo verano desperdiciado sin disco de Kylie”, pero oye, aquí estamos, en septiembre, como si nada hubiera pasado.
“Tension” se queda un poco en la superficie, eso es cierto, y se aleja de esa impresión que me dio “Padam Padam” de que Kylie podría acercarse a su sonido en X, pero bueno, ahora mismo todo son especulaciones. Solo nos queda esperar, amiga.
Anyways, no sé tú, pero a mí, el culebrón de Rosalía y las olas de calor se me han hecho más llevaderas escuchando “Rush” de Troye Sivan.
Sin duda, una de las canciones del verano (que ya cuenta con versión con colaboraciones) en un verano teñido de rosa gracias a “Barbie”.
Centrándome en la parte musical, el disco se me hace, a ratos divertido, a ratos… planillo. Pero creo que, como me pasa con la película, si sirve para que, ya no la gente joven, sino niños y niñas conozcan a artistas como Robyn Charli XCX, yo me doy por satisfecha.
Es que, en cuanto sonó el primer acorde de “Speed Drive” me dije a mí misma, “estás de coña, no”? Pues no, no lo estaba.
Si aquella foto de Charli con Robyn significaba que simplemente iba a utilizar un sample suyo para una canción… pues bueno, sí, diré que estoy un poco decepcionada. Bueno, BASTANTE. O quizá no, ¿quizá esto haya sido el “extra” de algo más?
Cómo se nota que soy una persona optimista.
Continuando con la crónica veraniega,
en junio viajé a Bruselas para ver a Tove Lo
Fue, como era de esperar una experiencia religiosa y nos pasamos todo el concierto sweatin' from head to toe.
Bruselas no se caracteriza por ser una ciudad preparada para el calor, pero creo que todo eso, nos daba bastante igual.
Bailamos, disfrutamos, y creo que no podría cansarme de ver a Tove Lo en directo una, y otra, y otra vez.
Y hablando de
lo que ha pasado este verano
No puedo seguir engañándome a mí misma, la de Troye Sivan es una canción veraniega a más no poder, pero te digo una cosa, me he pasado todo el verano poniendo día sí y día también, esto.
Una no puede escapar de su yo de los 90s.
Tras haber visto a Georgia cuando todavía vivía con la ilusión de asistir a un Primavera Sound sin incidentes
[hago un pequeño alto aquí porque a pesar del desastre del jueves, todo lo que vi el viernes y el sábado en el Primavera Sound me encantó, pero ese festival en Madrid está maldito, y dudo mucho que esto no pase de experimento fallido]
esperaba con ansias el disco, y la verdad es que me ha gustado bastante. Es muy escuchable y aunque no me he quedado con esa sensación de “guau, qué temazo”, como me pasó con Seeking Thrills, creo que va por un buen camino.
Eso sí, la portada del disco me perturba bastante, porque me recuerda mucho a Amaia
En junio también recibía, con muchas, muchas ganas (después del desastre que fue ese EP llamado “Slut Pop”), el nuevo disco de Kim Petras, que no brilla como Clarity, ni mucho menos como ese ser de oscuridad llamado Turn Off The Light.
Feed The Beast va un poco en piloto automático, y en mi opinión (totalmente sesgada, ja), las canciones que más brillan son las que se dejan llevar por el techno de los 90.
Pitchfork se ha cebado con ella diciendo que es música “para poner en el Sephora”, pero vamos, que el disco es claramente de Bershka. Estos americanos…
Hablando de USA, Olivia Rodrigo sacaba nuevo single, y cómo no, los americanos se volvían un poco lokers.
A ver, está bien. Me gusta, gana con las escuchas. Pero el público es tan intenso que es complicado no acabar pensando “bueno… tampoco es para tanto”.
“Vampire” es un single sobre el que se ha dicho de todo y ha dado para que la gente haya estado hablando de la americana todo el verano.
En Guts, el disco recién salido del horno, se aleja del Avril Lavignismo más imperante de su primer trabajo y hace un poquito de todo. De hecho, hilando con el tema, podría haber interpretado perfectamente la divertida “get him back” con Taylor Swift, ¿qué pena, eh?
Ella intenta ser intensa en cortes al piano (pero es que, vuelvo sobre el tema, en USA les encanta todo esto, una no es una artista reconocida hasta que no se pone al piano a llorar por algo), pero realmente, lo que mejor le sale es soltarse la melena y dejarnos singles de sota-caballo-rey como “love is embarrassing” o “bad idea right”.
Sin duda me quedo con la parte más gamberra-pero-no-tanto de ella, aunque, en mi opinión, sea Baby Queen quien esté captando mejor estas vibes ahora mismo. Pero claro, ella es ¡sudafricana! y ya sabemos lo que opinan los americanos de todo lo que no sea de su tierra.
En fin, vayamos a la profundidad de la buena, el maravilloso nuevo disco de Romy.
Ya tocaba, porque todo lo que ha ido sacando estos meses apuntaba maneras. Promete sonar mucho, todo el rato y bien alto en esta casa, lo tengo claro.
“She’s on my mind
But I wish she was under me
There’s a space in between us
And I don’t know how to reach”
Y terminando
Porque yo sé que me emociono, me pongo a escribir y escribir, y se me gastan las pilas. Vamos poco a poco con la rentreé.
Por unas cosas o por otras, nunca he podido reseñar a The Japanese House, y ya iba siendo hora. Esta cantante inglesa poco a poco y de tapadillo, ha ido plagando mi lista de canciones preciosas. Si quieres a una Caroline Polachek con un punto menos de-bailes-arabescos y más indie-de-toda-la-vida, pues aquí la tienes.
Gia Woods sigue con el corazón roto, tras Heartbreak County, que como bien sabes, fue uno de mis discos favoritos de 2022, ha vuelto con dos singles, “Gia Would” y “Heartbreak Radio”, en una línea continuista que produce pocas sorpresas pero muchas alegrías.
Doja Cat sacó nuevo single hace unas semanas y me ha dado la oportunidad de meterme de lleno con su disco de 2021, Planet Her. No soy yo una persona a la que el hip-hop/rap le entre bien, pero la verdad es que he disfrutado mucho escuchándolo. ¡Vivan las retro-novedades!
Y hablando de retro, The Raveonettes han sacado un disco en el que otros artistas hacen versiones de sus canciones. La verdad es que ha sido todo un flash hacia el pasado escuchar “Attack Of The Riders”, pero la verdad es que la voz de MØ encaja perfectamente con el rollo. Eso sí, el resto del disco un pocobastante plagado de señores, pues ya no tanto.
Gracias
Si sigues por aquí y no has perdido la fe, si no te quitaste de esta lista porque confiabas (seguro que más que yo) en que volvería, merci te doy las gracias, merci por ser así.
¡Bieeeeeeen! 🥳